Hacía ya una larga temporada en la que no escribía en este blog, y he decidido volver a hacerlo hoy, día 22 de noviembre, día de la onomástica de Santa Cecilia de Roma, patrona de músicos, poetas y ciegos... He dejado de escribir, no porque hayan dejado de ocurrir situaciones dignas de comentar, sino porque he estado muy centrado y concentrado en mi vida personal. Desde el 22 de septiembre he vuelto a ejercer como profesor en el Conservatorio Profesional y Superior de Oviedo, compartiendo jornada y horario entre los dos centros; pero llegar de nuevo a mi antiguo trabajo ha supuesto varios cambios en mi vida profesional.
La historia comienza a finales de agosto, exactamente el día 25, con la convocatoria de plazas de interinidad del Principado de Asturias, en las que un "error" llevó a la anulación por parte de la Consejería de Educación de todas las plazas de conservatorio convocadas y a una nueva convocatoria una semana mas tarde.... El día 18 de septiembre firmamos un contrato de duración hasta el 31 de agosto de 2016 de jornada completa con destino en el Conservatorio Profesional de Oviedo e itinerancia al Conservatorio Superior de Oviedo. Muy contento con esta nueva situación, la firma de ese contrato supuso la renuncia a mi puesto de trabajo en la Banda de Música "Ciudad de Oviedo" -después de pertenecer a ella desde septiembre de 1992 y con la excepción de una "excedencia forzosa" de un año a la que nos obligo la agrupación para intentar solucionar una situación que a todas luces no tenía solución alguna, como se demostró al final: la modificación del decreto del Principado de Asturias respecto de la Ley de Incompatibilidades del personal al servicio de la administración pública-. Y supuso la renuncia a ese puesto de trabajo porque quizás yo haya sido "demasiado legal y leal" para con la administración y advertí al funcionario de turno mi situación de compatibilidad del cobro de la prestación por desempleo con un contrato por seis horas con la Fundación Musical "Ciudad de Oviedo"... Algunos de mis compañeros de la agrupación se hicieron los "locos", firmaron el contrato de interinidad y después.... nadie sabe que hicieron después... Como resultado de mi exceso de "lealtad" para con la administración, el mismo día de la firma del contrato como interino tuve que renunciar por escrito a mi plaza en la Banda de Música "Ciudad de Oviedo", y todo porque la gerencia se negó a facilitarme una excedencia cuando me faltaba justamente un mes para tener derecho legalmente a ella -el 18 de octubre se cumpliría un año de la firma del contrato, requisito que reconoce el Estatuto de los Trabajadores para acceder a una excedencia-, y porque corría el peligro de que me excluyesen de las listas de interinos y convocasen de nuevo la plaza a interinidad... Resultado final: fines de semana totalmente libres para disfrutar de la familia después de muchos años -exactamente 23 menos el año de excedencia forzosa en el que estuve colaborando con la Banda de Gijón entre otras- y mucha despreocupación semanal para estar preparado para los duros programas de fin de semana...
Mis hijos me lo agradecen un montón, y yo lo agradezco aún más... De hecho nos estamos dedicando todo lo que podemos al deporte y a los entrenamientos de fin de semana, y eso está dando sus resultados: el progreso de Santiago, y como no el de Pelayo, es impresionante. En octubre Santiago se proclamaba Campeón de Castilla-La Mancha 2015 en categoría Cadete, título que suma el de Campeón del Principado de Asturias Cadete 2015 y al de Mejor Cadete Asturiano de Trialbici 2015, que recogerá el próximo viernes día 27 en el Auditorio de Pola de Siero, además, el día 29 tendrá oportunidad de coronarse como Campeón de la Copa de Asturias de Biketrial 2015 en la carrera que tendrá lugar en La Morgal, Llanera. Por su parte Pelayo se ha proclamado Mejor Principiante de Biketrial 2015 y también recogerá su título el día 27 en el mismo acto, siendo también Campeón de Asturias de Biketrial categoría principiante 2015.
En cuanto a la actual situación de los músicos en Asturias y la aplicación de la Ley de Incompatibilidades por parte del Principado de Asturias, aprovechando el día de la patrona de los músicos, la petición sería que de una vez por todas nos dejasen libertad a los profesionales para dedicarnos en cuerpo y alma a nuestra profesión, tal y como ocurre no sólo en Europa, sino en todo el mundo; no se entiende la música sin música, la música solo de aula, y no de escenario... ¿Alguien puede entender que en una facultad de medicina imparta clases de cirugía alguien a quien no se le permite operar? Nuestro sistema educativo está demasiado lejos de la realidad de otros países, donde precisamente se busca a los grandes profesionales de orquestas, bandas, agrupaciones de todo tipo, como garantes de las enseñanzas y experiencias profesionales. Señores políticos, por favor, pongan un poco de buena voluntad e interés en la música en particular y en la cultura en general.
